INTRODUCCIÓN

Cuando era un niño mi padre me construyó una cometa con una tela roja, unas varillas de caña y una larga cola con lazos atados. Para volarla la sujetaba con una cuerda de bramante que enrollaba en un palo de madera. Así nació en mí la afición por las cometas, que ahora de mayor comparto con Ana, Carlos, Sergio, Enzo y Saúl.

Espero que algunas cosas que veáis en este blog os animen a practicar y compartir esta afición tan agradable y entretenida. Las cometas no son simples juguetes, sino que representan un medio a través del cual se expresa la cultura y el arte de numerosos pueblos del mundo.

En la columna principal del blog podrás leer artículos de divulgación relacionados con las cometas. En la barra lateral derecha puedes acceder a páginas más personales clasificadas por temas y también a diferentes tipos de recursos.


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ARTÍCULO ALEATORIO

El carrete de volantín

El volantín es la versión chilena de las cometas y es considerado un juego tradicional muy popular en este país. Podéis leer más sobre este tipo de cometas en este artículo del blog.

Uno de los aportes más importantes de Chile a la historia de los volantines y cometas fue el invento del carrete por Guillermo Prado.

Este carrete, llamado antiguamente “roldana”, suele fabricarse con madera torneada o con trupán (panel de madera procesada) de maderas nativas chilenas, como el alerce, raulí, olivillo, mañío o laurel. Dispone de un mango interior o “polín” para sujetarlo y facilitar su giro mediante un rodamiento. 

Pero lo más bonito de este carrete es su diseño, todo él barnizado y realizado con incrustaciones de diferentes maderas que originan figuras como tablero de damas, estrellas de seis puntas o triángulos, entre otros.



El tamaño profesional de estos carretes oscila entre 22 y 30 cm de diámetro y una altura de unos 13 cm.

Para facilitar el enrollar y desenrollar el hilo se utiliza un palo o caña. El volantinero durante el juego del volantín, realiza un cierto vaivén con las piernas que casi ni se mueven de su lugar, mientras que con el tronco y los brazos realiza movimientos bruscos en distintas direcciones, hasta que logra elevar el volantín. A partir de ese momento los movimientos con el cuerpo son más leves, mientras que  con el carrete se hacen rápidos y bidireccionales.